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Conducta de los usuarios de transporte: peatones y conductores.
En un informe reciente que presentó el observatorio Lima Cómo Vamos, se indicó que “el transporte urbano es el segundo problema que afecta a los limeños. Asimismo, en el año 2018, la agencia Marketwin realizó un estudio acerca de la movilidad urbana, el cual reveló que “el 72% de limeños encuestados se sienten estresados por el agobiante tráfico en la ciudad”. Este también informó que “el 35% responsabiliza a la imprudencia y falta de respeto a las normas de tránsito, y el 25% cree que la culpa es de los micros y combis”. En este texto, se analizará cómo la imprudencia afecta la calidad de transporte.
Para desarrollar el análisis de la imprudencia, es importante conocer su origen: la falta de educación vial. De acuerdo a la Guía de Educación en Seguridad Vial, esta posee tres objetivos principales: minimizar los riesgos en el desplazamiento de los miembros de la comunidad, promover el respeto hacia las normas de tránsito, y contribuir al desarrollo de una conciencia ciudadana que privilegie la seguridad vial como un bien común. Entonces, si este tipo de educación no se imparte desde temprana edad, los objetivos no serán consumados, y se originará la imprudencia. Podemos sustentar esto mediante la afirmación de Ever Cabanillas, gerente general de transporte de Trujillo, quien expresó que “la falta de educación vial es la cuarta causa de accidentes de tránsito”. Esto nos indica que es importante estar informados acerca de este asunto, ya que, de lo contrario, fomentaremos la imprudencia en peatones y/o conductores.
La imprudencia por parte de estos actores puede manifestarse a través de diversas acciones. Empezando por los peatones, uno de los errores que suelen cometer es pararse en la vereda sin motivo alguno, lo que impide el paso a los demás peatones. De la misma manera, muchos de ellos no respetan las señales de tránsito, atraviesan plazas abiertas a vehículos, caminan al borde de la vereda o, incluso, circulan en medio de la pista con el fin de solicitar transporte. Por otro lado, de acuerdo al documento titulado: “Una mirada actual al transporte público en Lima Metropolitana”, existen ciertas tácticas que los conductores emplean, las cuales implican conductas inadecuadas por parte de estos. Primero, están los que “corretean”, es decir, los conductores que manejan a altas velocidades y compiten entre ellos con el fin de obtener más pasajeros. Igualmente, encontramos a quienes suelen “chantarse”, que son los que se detienen por varios minutos en aquellos lugares donde saben que están presentes más usuarios. A pesar de que estas tácticas son comúnmente utilizadas, algunos de los choferes respetan la frecuencia de manejo establecida: “los que siempre manejan igual”. No obstante, también sucede el caso contrario, que ocurre cuando aprovechan todas las tácticas mencionadas y las emplean cuando les parece conveniente. A este tipo se les conoce como “los inteligentes”. También, existen otros comportamientos imprudentes que realizan estos usuarios. Como se menciona en un artículo publicado por RPP, algunos de estos son conducir en estado de ebriedad, distraerse al volante, y excederse en la velocidad. Este último es similar a la táctica del “correteo”, solo que se diferencia en que no necesariamente sucede por un motivo de competencia. Asimismo, el uso de vehículos informales también se considera como un comportamiento imprudente. En noviembre del 2018, el director general del Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC) advirtió que “de los 6 millones de vehículos registrados, 1 millón no estarían pasando por revisión técnica”. Del mismo modo, en marzo del presente año, un policía de tránsito fue agredido por un chofer, debido a que este quería evitar ser intervenido por pasarse la luz roja en un semáforo. De acuerdo a esta información, podemos inferir que los conductores no solo pasan por alto las leyes de tránsito, sino que, además, se resisten a asumir las consecuencias. Finalmente, los distintos tipos de conducta mencionados conllevan a la mala calidad del transporte. En el caso de conductores, pueden ocasionar que sus vehículos sean enviados al depósito por las papeletas que acumulan, o incluso peor, provocar accidentes de tránsito. La última también se atribuye a los peatones, pero, en este caso, ponen en riesgo principalmente sus propias vidas, además de la de otros usuarios.
En conclusión, uno de los problemas en el transporte limeño es la imprudencia, la cual es originada por la falta de educación vial. De igual manera, esta genera la conducta inadecuada de peatones y conductores, los cuales afectan el tránsito. Además, al infringir las normas se fomenta el irrespeto entre ciudadanos, por lo que se ve afectada la convivencia pública. Por lo tanto, es necesario reflexionar acerca de las consecuencias que conlleva este problema, para así evitar ocasionarlo.
En esta imagen se evidencia la imprudencia de los peatones al cruzar una vía de alto tránsito sin importarles la seguridad de una menor de edad. Imagen de: https://www.atv.pe/actualidad/peatones-papeletas-multas-imprudencia-282663